La sociedad en la cual vivimos nos lleva continuamente a juzgar personas y situa-ciones. Se han definido patrones de apariencia física, comportamiento y resul-tados. Nos dicen qué tenemos que ser, pensar, sentir y hacer. Todo ello nos trae a una espiral continua de críticas, juicios y malestar. La Fenomenología nos trae a describir lo que hay sin analizar. Observar el fenómeno puro, sin juicios, describir objetivamente lo que hay. Todo ES; ni bueno ni malo; simplemente ES.
No hace mal día porque esté lloviendo. Simplemente, llueve. La Fenomenología nos lleva a no juzgar nada. Todo tiene luces y sombras, todos tenemos recursos y frenos. Cada cual actúa desde su punto de vista, y sus circunstancias y sus respuestas van siempre en la dirección de defender sus propios intereses.